Mi Experiencia Erasmus

Viaje al Sur de Italia

Desde el 8 de marzo hasta el 30 de mayo, estuve trabajando como Desarrollador de Aplicaciones Web en una empresa conocida como Extramus. Italiaes un país muy extenso y diverso, con amplias diferencias de norte a sur, y a mí, me tocó la tarea de trabajar en la región sureña de Calabria, en un pueblo diminuto -no más de cinco mil habitantes- conocido como Terranova da Sibari. Históricamente hablando, Terranova da Sibari es conocida por ser la tierra donde nacieron dos papas de la Iglesia Católica, además de ser fundada por refugiados de la Magna Grecia que huían tras el ocaso de Sybaris.

Al ser un estudiante que, tras sangre, sudor y lágrimas, había podido aprobar lo suficiente para poder incursionar dentro del programa Erasmus, quería dar el máximo de mí para poder finalmente descubrir si me gustaba trabajar en un entorno empresarial de informática, además de, claro, disfrutar del bello paese que al final es Italia.

Dejando de lado todo lo que supone la experiencia Erasmus -convivencia, travesía, independencia, resiliencia, manejo de economía, en definitiva, el primer paso hacia la adultez-, me centraré únicamente en lo que supone la experiencia laboral. Si bien es cierto que en la empresa en la que estuve hay un largo catálogo de opiniones, mi paso por la empresa fue bastante agradable y hubo una abundancia de trabajo en mi rama de la informática.

Puedo relatar que estuve trabajando para una empresa napolitana que buscaba organizar una aplicación web de reservas en una isla localizada en la misma ciudad llamada Negombo. Me inicié y configuré todo lo necesario para que lo hasta entonces llevado con el proyecto corriera en mi ordenador, y desde ahí empecé a realizar las tareas que se nos pedían. Desde los primeros días, puedo relatar que una de las mejores experiencias es la retroactividad que se componía en el equipo -yo enseño a los demás, y ellos me enseñan a mí-. Como yo tenía un sistema operativo en Linux -además de una educación exclusivamente en éste-, era un pilar necesario para el resto del equipo y llegué a explayar las parte más intrínsecas de cómo se compone la informática, más allá del desarrollo de una aplicación web. Todo esto llevó a que, por ejemplo, fuera el encargado de administrar el servidor del proyecto, debido a que utilizaba un servidor de distribución Ubuntu, y era el único que tenía un Linux.

Fue muy bonito y feliz ver cómo el primer proyecto en el que trabajé, despegó, se desplegó, y los clientes comenzaron a consumir.

Fue también intenso -no fue un camino enrosado-, hasta el punto en que tuve que hacer horas extraordinarias, o, por encima de todo, tuve que desafiarme constantemente hacia mí mismo, con nuevas técnicas y tecnologías en las cuales no había indagado anteriormente. Pero, fueron retos que se desvanecieron al ser cumplidos implacablemente. Puedo relatar que el mayor desafío fue cuando hubo un problema a la hora de pagar con la tarjeta de crédito que ocasionaba que el importe se multiplicara. Así como tal, se me asignó con la tarea de identificar cuáles pagos eran reales y cuales no, mediante un acceso al servidor virtual y pudiendo recoger los registros –logs­– verídicos. Dicho y hecho.

Me gustaría agradecer a todo el Departamento Informático del IES Dos Mares por haberme otorgado el beneplácito de poder cursar un trabajo en un país extranjero, a mis coordinadores de Erasmus por haber hecho lo posible de que esta experiencia pudiera haber sido posible, y a la empresa de Extramus por haberme recibido y dejado trabajar en sus funciones.

Por supuesto, también quiero agradecer al pueblo de Terranova da Sibari por haberme acogido.

Un saludo,

Iván.