Marisa López Soria en el IES Dos Mares

En un frío día de noviembre hemos vuelto al calor del estío, a ese verano inolvidable que vivieron Javito y sus amigos en el barrio de San Andrés; sus peripecias están más cerca que nunca de los alumnos de 1º de la ESO -al menos de una mayoría de ellos- de nuestro centro. Porque, gracias al Servicio de Proyectos Literarios, hemos contado con la visita de la tejedora de la emotiva historia de la pandilla de Los Restos, los adolescentes que, sin veranear, se lo pasaron pipa un verano: la escritora Marisa López Soria, autora de El verano que nos comimos la luna.

Marisa nos contó su experiencia como lectora y animó a nuestros alumnos a que lean, una acción que implica dificultad, nos explicó, porque supone quedarse a solas contigo mismo y con la historia. Leer y leer: eso era lo que hacía de niña, porque todo escritor, nos dijo, tiene que haber sido antes un buen lector de historias. Y sobre las que ella crea, nos contó que le gusta tejer tramas con niños y adolescentes como protagonistas y en las que primen las relaciones humanas. Hemos conocido que es admiradora de la prosa de Julio Cortázar y que anda enredada en rescatar del olvido a escritoras como Gabriela Mistral, Gloria Fuertes o la cartagenera Carmen Conde, amiga de su madre, Josefina Soria, que fue también escritora.

Marisa nos mostró algunas de sus criaturas, sus creaciones: Payasa en el parque, su álbum ilustrado preferido, Música para melocotones, escrita para su hijo, o Lobo a medias y un montón, la continuación de El verano que comimos la luna con ilustraciones más alegres.

Nuestros alumnos pudieron preguntarle por su oficio de escritora y por los personajes de la novela: la noticia del perro maltratado fue dolorosamente cierta y Javito y sus amigos podrían estar de verdad, o un poco de cada uno de ellos, en el murciano barrio de San Andrés, un escenario que ella escogió por su multiculturalidad.

Solo el tiempo sabrá si, entre todo este alumnado de 1º de la ESO, hay alguna cabecita en la haya prendido la vocación de escribir. Nosotros hemos preparado el campo con la semilla/libro que Marisa nos ha entregado con cariño. Ahora, lectura tras lectura, palabra tras palabra, querida Marisa, que arraigue.